Queridos Amigos:

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En este mes de marzo estaremos tratando el tema de la cuaresma. La  tradición cristiana hace de este tiempo que consta de cuarenta días mas seis domingos el periodo de tiempo que precede a la resurrección de Jesús que es celebrada el Domingo de Pascuas. Durante este periodo Jesús pasó lo que llamamos la pasión y muerte terminando en su crucifixión en la cruz.

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Comúnmente la iglesia tradicional exhorta a los feligreses a ayunar, no comer carne los viernes y a recordar este momento histórico de la vida de Jesús.

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En nuestro movimiento espiritual nosotros procuramos utilizar este tiempo como uno en donde podemos abstenernos de pensamientos limitantes y por medio de la oración, la meditación y el silencio procuramos buscar unificarnos cada día más con la Presencia de Dios en nosotros. Este es un tiempo donde podemos trabajar con la idea de integración, unificando las tres fases de nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo. Y el ayuno es la clave para lograr esta unificación.

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El ayuno natural, que es el de abstenerse de tomar alimentos y bebidas o de abstenerse a algún deleite nos sirve para controlar los apetitos del cuerpo. El ayuno mental, nos ayuda a controlar nuestros pensamientos, absteniéndonos de todo tipo de pensamientos egoístas y contrarios a la norma divina. Tanto el uno como el otro deben ser observados para crucificar nuestra parte mortal y permitiendo que solo los pensamientos de Dios y Su divina voluntad se haga en nosotros .

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Este es un tiempo maravilloso, una oportunidad para desarrollar nuestro potencial espiritual. A medida que transcurre este tiempo recordemos las palabras de Jesús: “No puedo hacer nada por mí mismo... sino que el Padre que mora en mí, él hace la obras.” (Juan 5:30, 14:10)  Por tanto, te exhorto a que entres en este tiempo con un propósito espiritual  definido.

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En amor y unidad,

Roberto

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