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El Poder Prosperador de la Oración

“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias...” (Colosenses 4:2)


Ustedes conocen a grandes rasgos la cronología de mi vida en el ámbito espiritual desde que conocí este movimiento que es positivo, progresivo y práctico. Aparece en el brochure genérico que se le da a las personas que nos visitan por primera vez.


Siempre he visto a personas en este movimiento terminar sus oraciones dando gracias a Dios por lo que han pedido.


Y mucho se ha hablado de lo que puede hacer una actitud de gratitud en nuestras vidas. “Tanto la gratitud como el dar gracias son necesarios para demostrar prosperidad por medio de la Ley Divina.” (LPR p. 102)


Y una de las cosas que más le preocupan a los seres humanos es si tendrán el dinero suficiente para pagar todos sus compromisos económicos. Esto para muchos es un asunto muy serio especialmente cuando tus acreedores te ponen presión para que pagues lo que debes. Entonces comienzas a recibir llamadas amenazantes de tus acreedores, de compañías de cobro compulsivo, de abogados y visitas de alguaciles para entregarte un acta y/o emplazamiento.


Ha habido personas que buscando una salida a esto han optado por suicidarse; otros han caído en profundos estados de depresión, y también muchos otros han pasado noches enteres desvelados pensando cómo pagar lo que debemos.

Hay personas que se van a la quiebra endeudados hasta la coronilla de la cabeza y optan por no pagar lo que deben siendo indiferentes a las obligaciones financieras en las cuales han caído.


La mayoría de ustedes deben haber pasado por situaciones de gran estrés y angustia por no tener los recursos económicos para enfrentar las deudas en las que han incurrido. Y esta es una de las causas principales de divorcio entre parejas, el problema económico. La pérdida súbita del empleo puede causar problemas y diferencias y hasta el rompimiento de las relaciones matrimoniales. Y en cuanto a relaciones se refiere, ustedes saben muy bien que cuando estamos endeudados nuestras relaciones se afectan también.


No solo se afectan con las personas con las que nos relacionamos día a día sino también con nuestra familia; entiéndase con nuestros hijos, hermanos, nuestros padres. Y entonces comienzan a salir las culpas…. “Si tú no hubieses hecho ese viaje tan costoso e innecesario no estaríamos en estas condiciones, podíamos haber tenido ese dinero en una cuenta de ahorros para usarlo y pagar nuestras deudas”. O, “tú te pasas gastando dinero en cosas innecesarias como el carro nuevo que te compraste el año pasado cuando el que teníamos estaba en perfectas condiciones”, etc.


Recuerden las palabras del Maestro Jesús cuando dijo: “…porque al que tiene, se le dará, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. (Marcos 4:25) Visto a la ligera esto parece una gran injusticia. Y no solo parece ser una injusticia sino que es una profecía que se sigue cumpliendo hoy día. Los ricos cada día tienen más y los pobres cada día tienen menos; ¿no es así? Yo he escuchado esas palabras en boca de los políticos que aspiran al poder en aras de resolver el problema de la pobreza. ¿Y se ha resuelto el problema?


El Maestro fue muy claro cuando dijo: “Siempre tendréis a los pobres con vosotros.” (Marcos 14:7) Y esto es así no porque la pobreza sea “carencia de dinero o cosas” sino porque es una manera de vivir y de pensar. Y para erradicar la pobreza tenemos que cambiar nuestra consciencia, y nuestro estilo de vida. Asimismo para erradicar los problemas económicos y nuestras obligaciones financieras con nuestros acreedores y proveedores tenemos que cambiar nuestra manera de pensar y de vivir.

Porque la prosperidad no es tanto una condición de vida sino más bien una actitud hacia la vida.


Tienes que comprender que el primer paso para prosperar es hacerte responsable de tus propios pensamientos y de este modo te haces cargo de tu vida. La vida es conciencia y ves la vida y la economía en general conforme a tu estado de consciencia en particular. No puedes ser responsable de lo que pasa allá afuera pero si eres responsable de lo que piensas y de lo que ocurre dentro de ti. Por esto y por muchas razones más es necesario que oremos por prosperidad. Y de esto se trata este mensaje, de ilustrar la importancia que tiene la oración con nuestra prosperidad.


En primer lugar cuando vamos a oración no debemos ir con el propósito de que Dios cambie las condiciones externas y las haga propicias para que nosotros podamos prosperar. Ni tampoco para que cambie la actitud y el mal comportamiento de tal o cual persona hacia nosotros. Debemos ir a oración para fortalecer nuestra fe y fortalecernos en el Señor; para lograr ser flexible cuando haya que serlo. Muchas veces se salva un matrimonio siendo flexible. Muchas veces perdiendo se gana.

Podrías decir que Jesús perdió la batalla contra el Sanedrín y lo judíos en general porque lograron crucificarlo y matarlo; pero Él logró vencer la muerte y alcanzar la vida eterna.


Ciertamente a veces perdiendo se gana. Vamos a la oración para adquirir mayor comprensión espiritual, para entender cuándo hay que esperar y cuando hay que actuar. Vamos a la oración a pedir el consejo sabio de Dios, a pedir mayor sabiduría en la toma de decisiones respecto a nuestras finanzas y a nuestra vida en general. Vamos a oración para que en la quietud y el silencio Dios nos ayude a poner nuestros pensamientos en orden y así establecer prioridades importantes y correctas en nuestra vida para poder prosperar y alcanzar bienestar espiritual. Vamos a la oración para poder ser tolerantes y para aceptar las cosas que no podemos cambiar, para amar sin condiciones y para saber que el cumplimiento de la ley es el amor.


Sin importar las condiciones en las que podamos encontrarnos debemos aprender a servir y amar a los demos porque de esta manera cumplimos con la ley de Dios y Sus Mandamientos. Vamos a la oración para renunciar a viejos paradigmas y creencias en escasez, para saber que detrás de toda aparente limitación hay una Toda Suficiencia en todas las cosas, que detrás de toda aparente enfermedad hay una Perfección que mora en nosotros y para saber que detrás de todo sufrimiento hay gozo y alegría en el Señor.


Te puedo decir en base a mi propia experiencia que la oración lejos de ser un ruego es una fórmula potente para fortalecernos en momentos de crisis y para saber que no importa lo que suceda allá afuera lo importante es lo que sucede dentro de ti.

La oración me ha dado más seguridad en la vida, y confianza en mí mismo. En oración he recibido ideas creativas que nadie me las puede quitar y actividades que han redundado en prosperidad para mi vida.


En periodos pasados de mi vida donde hubo gran estrechez económica hemos ido en oración y Dios ha provisto para cumplir con todas nuestras obligaciones financieras. Ciertamente en la oración encontramos el poder para prosperar.

Una persona de 15 años de edad dijo: “La creencia de que uno pueda orar y prosperar hace de la vida lo que debe ser: excitante y llena de gozo.”


“La persona que verdaderamente ora está destinada a triunfar, porque se armoniza con la fuerza más poderosa, exitosa, triunfante y rica de todo el universo”. (Ponder) A ti que me estas escuchando en este momento te digo, invierte tu tiempo sabiamente separando diariamente periodos de oración para que puedas obtener el poder para prosperar de maneras que jamás hayas soñado.


La vida tienen sus alzas y sus bajas, eso es una realidad. Pero la oración afirmativa nos ayuda a ver el lado bueno y positivo de la vida y nos prepara para disfrutarla a plenitud. Y recuerda que la alabanza y la acción de gracias unidas a la oración afirmativa ponen en movimiento poderosas fuerzas espirituales que vuelven a nosotros con poder para prosperarnos en todas las fases de nuestras vidas.


Dios te bendice si sabiendo estas cosas las haces; ¡amén!

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