top of page

No lo tomes personal

“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno se queja contra otro. Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne vuestros corazones… Y sed agradecidos.” (Colosenses 3:12-15)

  1. La mayoría de nosotros hemos escuchado una y otra vez que la meta del ser humano es lograr plena unidad con Dios. Muchas personas visualizan esto como un proceso de llegar a Dios por medios externos.

  2. Piensan que es como trabajar duro para poder obtener un pasaje a un lugar muy lejano llamado cielo, donde encontrarán a Dios y morarán junto a Él.

  3. El apóstol Pablo, reaccionando a esta visión que tienen muchos cristianos y que ciertamente fue la visión que yo sostuve cuando fui niño; nos dice que: “no seamos niños…, sino maduros en el modo de pensar.” (1 Corintios 14:20 parafraseado)

  4. Y esto requiere que seamos prácticos y obremos con sensatez especialmente en nuestras relaciones interpersonales que son de vital importancia para nuestro desarrollo espiritual.

  5. La unidad total con Dios la logramos cuando logramos vivir cumpliendo con la ley divina todo el tiempo. Y para esto se necesita unificar las tres fases de nuestro ser: cuerpo, alma y espíritu.

  6. Somos seres humanos y espirituales: como seres humanos nuestro centro es el ego, la personalidad. Como seres espirituales nuestro centro es el Cristo, la individualidad.

  7. Por causa del hecho de vivir como humanos y debido a las demandas que nos exige la vida cotidiana, le hemos dado mayor importancia al ego o personalidad.

  8. Cuando hablamos del ego nos referimos a las características que nos definen como persona y nos distinguen de los demás. Aquí entran tus pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos y tu conducta o comportamiento general. Y todos estos aspectos de tu ser están en constante actividad expresándose todos los días.

  9. Y el entorno social tiene mucho que ver en el desarrollo de nuestra personalidad. Hay una conciencia en la raza que se impregna por medio de un fenómeno que yo le llamo “ósmosis social” en donde nos apropiamos de las creencias predominantes en la sociedad (raza), que muchas veces son erróneas.

  10. Y estas fomentan el desarrollo de nuestras actitudes y nuestra manera de pensar y ver al mundo. Y esto es lo que yo llamo vivir en la circunferencia de nuestra existencia.

  11. Por ejemplo, por doquiera vemos el espíritu de competencia. Los políticos y los economistas hablan de competitividad. Compiten las naciones por la supremacía en el mundo mercantil, vemos competencia en las escuelas, en los deportes, y también vemos personas compitiendo para ganarse el amor de una persona. Hay competencia en todas partes.

  12. ¿Es necesaria la competencia? Podrías decir que sí lo es; pero existe una alternativa espiritual que es mucho mejor; más que competir procura cooperar. Coopera con tu vecino, coopera con tu compañero de trabajo, coopera con tu conyugue, coopera con tus hijos, coopera con tus compañeros en esta comunidad espiritual.

  13. Porque detrás de la competencia está la creencia de que cuando una parte gana la otra pierde. Mientras que detrás de la cooperación está la idea de que cuando yo ayudo ganamos todos.

  14. Ahora bien, así como el Cristo es invisible, también nuestro ego es invisible; y por el hecho de que sean invisibles no implica que estén unidos. Nuestra meta tiene que ser la de unificar las tres fases de nuestro ser en una sola unidad espiritual. Cristo (espíritu), alma (o ego) y cuerpo.

  15. ¿Y cómo hacemos esto? Una manera es, como dice Pablo, “vistiéndonos como escogidos de Dios”. ¿Qué significa esto? Tenemos que mover nuestro centro de acción y en vez de operar o ejecutar desde nuestra personalidad o ego tenemos que operar o ejecutar desde nuestro centro espiritual que es el Cristo morador.

  16. Para lograr esto tenemos que disminuir nuestra personalidad y permitir que el Cristo morador crezca y se aposente y ocupe un lugar preponderante en nuestro ser.

  17. La dinámica espiritual que se da en nuestro interior es interesante. Nuestro centro es uno y mientras uno crece el otro debe disminuir. Hay una ley en física que establece que dos cosas no pueden ocupar el mismo espacio; o lo ocupa una o lo ocupa la otra.

  18. Jesús conociendo estas cosas nos enseñó: “»Ninguno puede servir a dos señores (el Cristo y el ego o personalidad),… porque estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas (la personalidad o ego).” (Mateo 6:24)

  19. Pero como todo es un proceso y la práctica hace la perfección, tenemos que poner en práctica el consejo de Pablo para que nuestro ego comience a disminuir y así comenzar a expresar cada vez más nuestro Cristo Morador.

  20. Y este es el consejo: que seamos “… misericordiosos, bondadosos, humildes, mansos, y pacientes.” Cuando hacemos esto, El Cristo se convierte en el Señor de tu ser y todo tu ser responde al mandato del Señor.

  21. Cuando esto ocurre en ti ya las cosas que puedan ocurrirte como producto de tus interacciones con otras personas no las tomas de manera personal.

  22. Cuando Pablo nos pide que seamos misericordiosos, nos está diciendo de que tengamos un corazón comprensivo que impulse el amor y la compasión para con los demás. De esta manera podemos ver el error pero no lo condenamos. (LPR p.150 parafraseada)

  23. Jesús conocía esta gran verdad y por eso Le dijo a la mujer adúltera “—Ni yo te condeno: vete y no peques más.” (Juan 8:11)

  24. La mayoría de nosotros somos muy rápidos para la crítica y la condenación. Hay veces que hacemos críticas leves, pero la crítica es crítica y conlleva condenación.

  25. ¿Y qué de los chismes? Cuando chismeamos de otras personas nos estamos metiendo indebidamente en la vida de esas personas haciendo comentarios que en nada contribuyen a las buenas relaciones y que muchas veces pretenden o tienen como objetivo indisponer a unas personas con otras.

  26. Cuando te enteres de que fulano o zutano está chismeando de ti no lo tomes personal. No es un problema que tú tienes, sino un estado de conciencia que tiene que superar la persona chismosa.

  27. Puedes hacer lo que hizo Jesús con la mujer adúltera afirmando” ni yo tampoco te condeno.”

  28. En las comunidades o grupos siempre van a existir diferencias de criterios, y van a haber personas que no van a estar de acuerdo con tu manera de pensar. Esto es una realidad, tu parte es respetar a esas personas, amarlas, ser bondadoso y paciente y aceptarlas como son. No lo tomes personal.

  29. En cada uno de nosotros existen actitudes y comportamientos que son difíciles de corregir. Acéptalos como lo que son, oportunidades de progreso personal y espiritual. Ocúpate de hacer tu parte todos los días cuando vayas a oración y meditación pidiéndole a Dios que te ayude a superar esos defectos de carácter.

  30. Entonces haz un esfuerzo consciente diariamente para mejorar esas actitudes y comportamientos.

  31. Hay hábitos y costumbres que son indeseables y tenemos que desaprender soltar y dejar ir. Tomemos como ejemplo a la persona que tiene el hábito de fumar.

  32. El fumador piensa que fumando un cigarrillo no le hace daño a nadie. Pero se ha comprobado médicamente que el fumar es dañino a los pulmones. También se ha encontrado que el humo que despide el cigarrillo es dañino para las personas que están en los alrededores.

  33. El fumador piensa que el remedio para su estado de tensión es fumarse un cigarrillo. Y todo esto es error, pues el remedio es aquietarse e ir a oración, a meditación, al silencio.

  34. Pero si no eres fumador y de momento te encuentras al lado de uno que fuma, no lo tomes personal; siempre puedes retirarte envolverlo en amor y bendecirlo.

  35. Pablo nos exhorta a que seamos pacientes y estemos dispuestos a perdonar. Sabemos que la fe nos da la paciencia para lidiar con los retos que tenemos delante de nosotros.

  36. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes porque yo soy tu Dios que te [animo, te vigorizo y te doy valor]; siempre te ayudaré y te sustentaré.” (Isaías 41:10)

  37. Por último y no menos importante, Pablo nos exhorta que seamos agradecidos. En las pequeñas cosas así como en las grandes debemos ser agradecidos mostrando aprecio a aquellos que de una manera u otra nos sirven y nos ayudan.

  38. Cultiva el agradecimiento pues eso te ayudará a mejorar tus relaciones interpersonales. Aprecia y valora todo lo que otras personas hacen por ti.

  39. De modo que “por nada estéis angustiado, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración… y perseverad en la oración… porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias.” (Filipenses 4:6, Colosenses 4:2, 1 Timoteo 4:4)

  40. Dios te bendice si sabiendo estas cosas las haces. ¡Amén!



Destacados
Recientes
bottom of page