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Practica la Gratitud

“Gracias a Dios por su don inefable.”(2 Corintios 9:15)

Durante todo este mes hemos estado hablando de la gratitud y por esta razón quiero terminar enfatizando acerca de la importancia de practicar la gratitud así como debemos practicar la presencia de Dios.


En el mensaje del Servicio de Acción de Gracias yo les decía que más que una religión con un dogma en particular, somos un sendero espiritual por medio del cual nos hacemos cada vez más conscientes de nuestra naturaleza espiritual y de la importancia que tiene el desarrollarla plenamente y acercarnos cada día más a Dios.


Tomamos parte del servicio para dar testimonio y gracias por las bendiciones recibidas por Dios. Varias personas expresaron agradecimiento y mi mensaje fue fundamentalmente un mensaje de acción de gracias por tener la comunidad espiritual que tenemos. La meta del ser humano es alcanzar la vida eterna y una manera de lograr esto es mediante la práctica diaria de la gratitud.


Pues por todos es bien conocido que la gratitud nos acerca más a Dios; no físicamente sino en consciencia. Y la gratitud en sí misma es un don inefable en el sentido de ser un regalo de Dios para cada uno de nosotros que no podemos explicar con palabras. La capacidad de sentir gratitud como la de expresar el sentimiento de gratitud es ciertamente un regalo que solo Dios nos puede dar.


Piensa por un momento que sería de nosotros, de la familia humana, si no tuviésemos el don de expresar gratitud. Habitaríamos y viviríamos como entidades indiferentes, sería un mundo frio incapaz de expresar calor humano y todo lo que esto envuelve como lo es amor, amabilidad, gozo, entusiasmo y muchas cosas más.


Cuando estamos verdaderamente agradecimos experimentamos un sentimiento que vivifica todo nuestro ser; espíritu, alma y cuerpo. Es medicina para el cuerpo y satisfacción para nuestra alma. De modo que practicando la gratitud permanecemos en un estado de armonía y paz, salud, y bienestar espiritual.


Entonces viendo y reconociendo la importancia de la gratitud en nuestras vidas la pregunta lógica que debemos hacernos es: ¿cómo podemos practicar la gratitud? Existen varias maneras de practicar la gratitud diariamente. Pero todas requieren que pongas en movimiento y acción el sentimiento de gratitud y lo expreses.


Lo primero que debes hacer al despertarte cada mañana es decir: “gracias Dios”. Haz de esta práctica un hábito cotidiano. Todos los días al levantarte vas a decir: “gracias Dios.” Al decir estas palabras te conectas conscientemente con la Presencia de Dios en ti. Reconoces que Dios está presente en tu vida en todo momento y en todo lugar y esto te ayuda a mantener tu enfoque en el bien omnipresente. Esto te ayudará a ver la actividad de Dios en todas partes.


Segundo: procura expresar el sentimiento de gratitud en tu interacción con las personas; pronunciando palabras tales como “muchas gracias” o “muchísimas gracias”. Es importante que estas palabras estén a flor de labio en todo momento, dondequiera que vayas o dondequiera que estés.


Y cuando estés pronunciando estas palabras acuérdate de sonreír mientras miras a la persona a los ojos. De esta manera cuando dices “muchas gracias” haces de esta práctica algo personal entre tú y la persona a la que le diriges tu agradecimiento.


Y cuando haces esto algo más ocurre; se abre automáticamente una conexión espiritual en donde “lo divino en mí honra lo divino en ti.”


Pero hay otras cosas más que ocurren cuando decimos, “muchas gracias”. Las palabras que salen de nuestra boca van transmitiendo un sentimiento de gratitud que impregna de armonía y paz todo nuestro entorno.


Haz un reconocimiento de gratitud por todo tipo de servicio que recibes de otras personas con las palabras “muchas gracias”, o “muchísimas gracias.”


Por ejemplo, cuando vayas a un restaurante o a alguna empresa a solicitar algún servicio, da un reconocimiento digno del servicio recibido diciendo las palabras “muchísimas gracias.” Con esto contribuyes a subir la autoestima de muchos que todavía no se han valorado a sí mismos; especialmente en los lugares de trabajo, en donde nos exigen mucho y se agradece poco. El agradecimiento ayuda a establecer un balance saludable entre el dar y el recibir.


Tercero: procura diariamente darle gracias a Dios por tus seres queridos. Toma un tiempo todos los días especialmente en las noches antes de dormir y acércate a tus hijos, dale un beso en la frente, une tu frente con la de ellos y dile algo así como: “le doy gracias a Dios por tenerte a ti en mi vida.” Haz lo mismo con tu cónyuge. Y no te olvides de hacerlo con tu mascota si es que tienes una.


Esto te podrá parecer una tontería pero te invito a que lo practiques por un tiempo y verás que la comunicación intrafamiliar aumentará, las discusiones disminuirán, y te harás más paciente y tolerante a medida que practicas la gratitud.


Myrtle Fillmore escribe lo siguiente:

“Guardemos el espíritu de dar gracias en primer término en el hogar, ejercitándolo todos los días.

Un corazón amoroso y agradecido a la cabeza del hogar, lo redime de la discordia y el descontento y al fin cambia las lanzas y espadas de una nación en arados y podaderas.

Si no has practicado el dar gracias diariamente en tu hogar, has dejado sin uso uno de los más potentes factores a tu alcance para hacer surgir condiciones ideales en tu casa. —Cómo dejar que Dios te ayude. P. 172


La Rev. Ruth Wallace En su artículo Atrapando la gratitud habla de lo que ella llama gratitud activa. Y con relación a esto ella explica lo siguiente:

“Frecuentemente consideramos la gratitud como el resultado de algo. Si alguien hace algo bueno por nosotros, sentimos gratitud. Eso es gratitud pasiva. Yo abogo por la gratitud activa. La gratitud consciente. La gratitud activa es un modo de vivir, un modo de ser. Cuando escogemos la gratitud activa, escogemos cambiar nuestra energía. Estamos usando la ley de atracción para atraer más amor, mejor salud y más abundancia. Estamos co-creando nuestra vida con Dios.” — Secretos Sagrados. P.185


Y de eso es precisamente de lo que estamos hablando hoy aquí; de la importancia de practicar la gratitud activamente diariamente.


Cuarto: da gracias en todo. Ante los desafíos que tengas que enfrentar, ante los problemas con los que tengas que lidiar busca ver el bien subyacente o detrás de cada desafío o problema.


Y esto lo puedes hacer dando gracias a Dios y pidiéndole que te muestre el bien que hay envuelto en la situación. En lugar de llenarte de temor por lo que aparenta ser busca activamente el bien detrás de la situación. Y esta nueva perspectiva de por sí cambiara el enfoque que le das a tu vida.


Quinto: Comienza un diario de gratitud.

Cada día dedica unos minutos a escribir las cosas por las cuales te sientes agradecido, y cómo te sientes al escribirlas.


Esta práctica diaria te ayudará a mantener una consciencia de gratitud permanente, que te guiará en tu progreso espiritual.


Tal como dije el pasado jueves, le doy gracias a Dios por tener una comunidad espiritual como la que tenemos. Llena de personas fantásticas como lo son cada uno de ustedes.


Tenemos delante de nosotros una oportunidad de continuar progresando cada día más espiritualmente. Todos juntos estamos remando en el mismo bote.


“Practica la gratitud diariamente y tu vida cambiará en modos que nunca imaginarás.” Y a medida que practicas la gratitud diariamente verás con tus propios ojos como Dios lo transforma todo en bien.


Dios te bendice si sabiendo estas cosas las haces.


Amén!

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