Mi vida es sobreabundante
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 6:45)
El título del mensaje de hoy es: “Mi vida es sobreabundante”.
Les cuento y hago historia de que ayer nosotros teníamos una actividad en nuestro Centro en la calle Del Seminario y la actividad era un taller que nuestro amigo y amado Maestro Cornelio Lebrón iba a dar acerca de Creando una Vida de Oración.
Y por razones, de retraso en el pago de la energía eléctrica debido a un olvido involuntario de parte mía, nos cortaron el suministro de energía y no pudimos llevar a cabo la actividad programada. Mientras tanto, estábamos buscando ciertamente qué hacer para resolver esta situación y nosotros poder llevar a cabo este seminario tan importante que Cornelio tenía que impartir como parte de sus estudios en el Programa Internacional Ministerial.
Nos aquietamos, y mientras esperábamos a ver si instalaban la energía eléctrica mi queridísima esposa recibe una llamada de nuestro querido amigo Jochy preguntándole que: ¿por qué razón no hacíamos esa actividad en Unity en Ciudad Universitaria, donde iban a llevar a cabo otra actividad más tarde?
Así lo hicimos, nos mudamos, y las puertas del Centro Unity en Ciudad Universitaria se abrieron para nosotros, pudiendo llevar a cabo esa actividad en su tiempo perfecto y como pueden ver esa necesidad que teníamos fue rápidamente satisfecha.
Durante el transcurso del taller, en un aparte, me acerqué a Massiel y le comenté: “Massiel mañana va a ser la primera vez que yo voy a dar una clase a niños”. Y ella me dijo: “de verdad”, y le dije “sí”, porque nunca he tenido esa experiencia dando una clase para niños. Entonces le conté mi experiencia en Colombia tomando una clase precisamente de cómo preparar una clase para los niños.
Esta mañana vine preparado para compartir un mensaje con los niños de la Escuela Dominical. Y el mensaje se titulaba “La diferencia entre lo bueno y lo malo”.
Como ustedes podrán ver, yo no tengo un chaquetón como de costumbre. Decidí no ponérmelo para no estar tan formal con los niños para que ellos se sintieran con más confianza de acercarse a mí y hacerme preguntas.
Y mientras repasaba el material temprano esta mañana, de momento recibo una llamada donde me informan que la persona que iba a dar el servicio hoy, por razones ajenas a su voluntad, no va a poder venir a dar el mensaje. La persona me preguntó si yo tenía algún mensaje viejo, de esos que hay que sacarle el polvo del pasado. Yo le contesté: “—no, yo no tengo ningún mensaje disponible del pasado para ofrecerlo hoy. Sencillamente Dios está a cargo y todo va a estar bien.”
Entonces pensé: “bueno el Padre tendrá preparado algo para ustedes y por alguna razón que yo desconozco Él desea que sea yo quien dé el mensaje y no la persona que teníamos invitada. Y aquí estoy yo, en medio de ustedes, para darles un mensaje que Dios quiere dar a través de mí a cada uno de ustedes.”
Pero, ¿qué sucede? Yo dije pero estoy muy sport para la congregación, y yo quiero que ustedes sepan que se me trajo un chaquetón como decimos nosotros en Puerto Rico que más o menos me queda bien y sé que de allá atrás se ve excelente, ¿verdad que sí? pero no solamente eso, miren el pin en la solapa de Unity que normalmente los estudiantes del Programa de Educación y Enriquecimiento Espiritual adquieren y que los Maestros Licenciados y los Ministros usan.
Así que aquí tengo mi chaquetón con pin y todo, planchadito y envuelto en su plástico, como si hubiese sido sacado de la lavandería. ¿Qué les parece? ¿No les parece que esto es una demostración de la abundancia de Dios?
Así que ya ustedes ven cómo esa abundancia de Dios se manifiesta en nuestras vidas. Entonces yo dije: “bueno, pues si la cosa está empezando así, va muy bien.”
Y entonces me senté allá abajo en el lobby (del Hotel) y vino la siguiente cita bíblica para este servicio: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 6:45)
Le explico que eso fue una cita bíblica que surgió esta mañana. Yo le iba a hablar a los niños, como les dije, de “La diferencia entre lo bueno y lo malo” y también ahora surge que “de la abundancia del corazón habla la boca, para bien o para mal.”
Entonces vemos que todo está conectado. Esto es una demostración para que ustedes sepan que muchos de los principios que predicamos en nuestro movimiento no son otra cosa que las enseñanzas del Maestro Jesucristo. No hay más nada. Estas se manifiestan en nuestras vidas cuando nosotros nos abrimos y no hacemos resistencia y fluimos con el fluir de la vida. Si yo hubiese hecho resistencia cuando recibí esa llamada y me hubiese puesto de mal humor y hubiese comenzado a maldecir, entonces las cosas no hubiesen fluido como tienen que fluir.
Bien, y como ustedes saben, yo siempre escribo mis mensajes y mientras estuve en el lobby escribí algo, y en vez de tener cinco o seis páginas, hoy, lo que tengo es una paginita con unas cuantas líneas. Y de esas notas saldrá el mensaje que ustedes van a recibir hoy, y recuerden que no soy yo sino el Padre a través de mí quien está haciendo la obra.
Lo primero que les puedo decir es que no es fácil hablar de este tema. Este tema titulado “Mi vida es sobreabundante”, no todo el mundo puede hablar de eso. Porque es una experiencia que no solamente se da en lo externo sino que también se da en la parte interna de cada uno de nosotros.
Tiene que haber una vivencia interna para que tú puedas decir: “Mi vida es sobreabundante”. Y normalmente cuando uno tiene una experiencia de esa naturaleza uno siente un cambio interno. Las cosas que en el pasado nos hacían sentir insuficientes ya no lo hacen y que las cosas no encajaban en nuestras vidas porque le faltaba la pieza para completar el rompecabezas, hoy encajan perfectamente.
Entonces, esto no es un tema que todo el mundo pueda hablar fácilmente; esto es un tema que para tú poder hablar con propiedad, tienes que haber tenido una experiencia interior de abundancia y qué es lo que significa vivir sobreabundantemente.
Y cuando empiezo a pensar sobre qué es lo que significa vivir una vida sobreabundante tengo que llegar a la conclusión de que independientemente de lo que pueda ocurrir allá afuera en algún momento de mi vida, por ejemplo, donde yo pueda tener alguna carencia de algo o de alguien o de alguna cosa, si la consciencia, mi consciencia, está en un estado de sobreabundancia eso se minimiza y tu vida continúa desenvolviéndose progresivamente.
Me explico: por ejemplo, puede haber, como me ha pasado a mí en ciertas etapas de mi vida, en donde yo he tenido un reto financiero, donde he lidiado con ese reto financiero, pero en la medida en que me mantengo como me mantuve unido a esa consciencia de la Presencia de Dios como Fuente de Provisión en mi vida, he podido pasar esas etapas de una manera que no me han afectado como han afectado a muchas personas que no están en esta consciencia y siguen hablando continuamente de aquello que ocurrió “y cómo me afectó y cómo me destruyó”.
Sin embargo, en este caso, la consciencia está por encima de los altibajos que podamos tener en nuestra economía personal y ciertamente en la economía nacional.
Entonces, este conocimiento, está por encima de todo tipo de dificultad que podamos tener y yo les puedo decir a ustedes con seguridad de que en este momento de mi vida yo estoy experimentando sobreabundancia; y no es por nada en particular. Miren, por ejemplo, ustedes están aquí y tal vez algunos de ustedes están aquí porque estaban esperando a la persona que iba a dar el mensaje, y lo menos que se esperaban era que iba a ser yo mismo y ustedes están aquí porque están pensando en que posiblemente yo les pueda decir a ustedes algo distinto, que ustedes no sepan y realmente no es así, la mayoría de las cosas que yo les voy a decir ustedes la saben.
Ahora bien, ¿qué es sobreabundancia? Cuando tú tienes una hija o un hijo, o cuando tú tienes una pareja y tú realmente la miras con los ojos que la mira Dios, tú tienes que darle gracias a Dios porque Dios ha puesto a esa persona al lado tuyo, y como hijo o hija de Dios, esa persona es una bendición para tu vida.
Tienes y debes apreciar todo lo bueno que esa persona que está a tu lado te pueda ofrecer. Sea tu pareja, o sean tus hijos, o sea quién sea; y todo elemento que entra a nuestras vida cuando nosotros cambiamos nuestra perspectiva y empezamos a verlo como Dios lo ve, veremos que lo que Dios tiene son bendiciones para cada uno de nosotros, y esas cosas se convierten en fuente de abundancia para cada uno de nosotros.
Y para nosotros hablar de abundancia, miren señores, tenemos que haberlo vivido, pues no podemos hablar de lo que no somos, porque quedamos mal parados con todo el mundo. Lamentablemente, en este movimiento y en muchos movimientos religiosos, hay muchísimos líderes que dicen una cosa y cuando salen del podio (o de la tarima) hacen otra, y ustedes los han visto, y sabemos muchas veces los escándalos que salen por la televisión o por los periódicos de que “fulano de tal que tenía hizo tal o cual cosa” ustedes saben de lo que estoy hablando.
Pues el mensaje para ti es que es importante que en la medida que vayas experimentando sobreabundancia o abundancia en su vida, vayas hablando sobre estas cosas, impartiéndole ese sentimiento de abundancia a toda aquella persona con la cual entras en contacto.
A las personas más allegadas, a las personas que más amas, que están contigo todos los días, proyéctale ese sentimiento de abundancia y que tus palabras sean una proyección de la abundancia de Dios.
Tenemos que tener abundancia, tenemos que tener abundancia financiera pero ¿cuál es la nueva definición de abundancia financiera? No es acumulación de dinero, es la que siempre hemos tenido en Unity. Ni tampoco es la que usted va a escuchar en Galería 360 en donde van a pagar seis mil pesos para escuchar a un gurú que viene del extranjero para decirles a ustedes la última técnica para hacerse rico. No, no estamos hablando de eso.
Estamos hablando de que esa abundancia financiera se manifieste en el momento en que usted necesite esos recursos por medio de la vía más conveniente que Dios establezca.
Claro, yo no les voy a decir que en lo humano, usted no pueda tener algún dinero ahorrado, no para emergencias, sino para oportunidades; preparado para aprovechar cualquier buena oportunidad que se le presente utilizando ese dinero productivamente.
Ciertamente hay que ser cuidadoso con nuestras finanzas, y sobre todo, utilizar el dinero responsable y sabiamente en las cosas que Dios nos dicta sin malgastar el dinero.
Y recuerden, recuerden siempre lo que nosotros decimos, y lo voy a decir de otra manera; el dinero no es malo, el dinero es Dios en acción bendiciendo cada mano que recibe ese dinero para usarlo prudentemente.
Ahora bien, ¿se queda eso así? Yo no puedo estar hablando de una vida abundante si yo estoy quejoso pasando una cantidad de males en mi organismo, con todo tipo de problemas de salud. Yo vivo una vida abundante o sobreabundante en la medida en que yo expreso salud en mi cuerpo.
Entonces tú dices: “pero ven acá, ¿cómo yo voy a expresar esa salud en mi cuerpo, cuando llevo tantos años tomando esos medicamentos que me han recetado los médicos y que me han dicho que para yo seguir viviendo tengo que seguir tomando esos medicamentos?
No te estoy diciendo que no te tomes los medicamentos; yo lo que estoy diciendo en este momento es que empieces a reconocer esa plenitud de la divinidad que mora en tu cuerpo que es esencialmente plena y abundante.
Esa plenitud es vida, es fuente de vida abundante en nuestro cuerpo; y que empieces a llamar a esa fuente de vida a que haga un trabajo regenerador en tu cuerpo, hablándole a tu cuerpo, diciéndole que es una proyección en la visibilidad de esa vida abundante espiritual invisible. Eso es lo que tenemos que hacer.
Pero, eso no es curación, eso es sanación. Hoy en día, los medicamentos que hacen las farmacéuticas proveen curación y la efectividad se mide en términos de la rapidez o el tiempo que toman en aliviar la condición física en tu cuerpo.
Por ejemplo, la aspirina que yo me tomaba hace 20 años para el dolor de cabeza me iba a ser efecto en dos horas. Pero hoy en día con los avances de la ciencia me dan una aspirina que en media hora me alivia el dolor de cabeza.
Nuevamente, no estamos hablando de eso, estamos hablando de sanación. Y cuando estamos hablando de sanación, todo es consciencia. Tu consciencia tiene que ser sana y tiene que visualizar la sanación y no la enfermedad.
Para tú poder establecer un cambio en tu consciencia se necesita tiempo; y se necesita práctica. Tienes que visualizar diariamente un cuerpo nuevo surgiendo de las profundidades de tu ser.
Y todas esas personas que de alguna manera han logrado la sanación sea de manera instantánea, o por medio de un proceso sanador, ha sido sencillamente porque la han reconocido de una manera inequívoca y la sanación ha sido permanente.
Pero tú puedes hacer eso, tú puedes ir cambiando tu estado de salud en tu cuerpo de una manera progresiva, pero tiene que haber una consistencia en tu proceso sanador. Tienes que hablar la palabra sanadora a tu cuerpo.
Ahora bien, pero eso es una parte, o sea no podemos hablar de una vida sobreabundante si hay sendos problemas de salud; porque nos estamos engañando a nosotros mismos. Tenemos que trabajar con nosotros mismos.
Ahora bien, pero también hay otra fase importante, en una vida sobreabundante, tus relaciones como decíamos al principio.
¿Cuáles son tus relaciones con tu familia? ¿Le estás hablando a tus hijos? ¿Tienes una interacción rica con tus hijos? ¿O tienes un hermano o una hermana a quien no le hablas?
En la medida en que tú reestableces tus relaciones interpersonales empieza entonces a surgir otra fase de esa abundancia. Tiene que ver la abundancia como una fuente de donde salen distintos tipos de agua o de líquidos y cada uno contribuye a ese todo sobreabundante que tú deseas vivir.
Pero tienes que moverte en esas distintas fases de tu existencia. No te quedes en una sola cosa, tiene que haber un balance. Fíjate que en algunos grupos, por ejemplo en grupos de venta como el de Amway, en donde el conferenciante que se dirige al público tiene que ser una persona que haya vivido una experiencia tangible de cambio, de crecimiento en consciencia de abundancia.
Y si tú no has vivido una experiencia tangible y profunda de cambio lo más probables es que nunca te pongan a hablar ante el público, y ciertamente aquí ocurre lo mismo. Tiene que haber habido una experiencia tangible de cambio para poder hablar de abundancia o sencillamente tienes que convertirte en el canal de Cristo para llevar el mensaje; sin restricciones, sin filtros para que el mensaje no solamente le llegue a ustedes sino que también le llegue a la persona que está hablando.
Tus palabras van moldeando tu mundo, van forjando tu mundo. Tienes que tener mucho cuidado con tus palabras.
Y habrá abundancia en tu vida, y en mi vida en la medida en que nosotros empezamos a experimentar paz, armonía en nuestros hogares y en tu experiencia personal de vida. ¿Qué significa esto? Esto significa sencillamente que tú empiezas a disfrutar una vida abundante cuando ya tú conoces el propósito de tu vida. Es tu responsabilidad, mi responsabilidad, reconocer cuál es el propósito de mi vida.
¿Por qué yo estoy con quien estoy, por qué yo estoy aquí, para qué yo estoy aquí? El Espíritu es el que te revela las respuestas a estas interrogantes, y en la medida que tú conoces el propósito de tu vida le vas dando sentido a tu vida. Y en la medida que tú le das sentido a tu vida le estás dando mayor abundancia a tu experiencia de vida. Es uno detrás del otro.
Y si la búsqueda de ese propósito es algo que te interesa, porque a muchas personas no les interesa estas cosas; pero si fuese importante para ti, buscar el porqué de tu existencia, inclusive el por qué tú estás aquí hoy, ya que pudiste haber estado en otro sitio, entonces, vete a tu interior y pregúntale a tu corazón. Y si no recibes respuesta, sigue preguntándole.
Anoche cuando yo estaba preparando el servicio para los niños de la escuela dominical me puse a navegar por internet y me metí en YouTube y encontré un testimonio de una joven judía que tuvo una experiencia con “Yeshua” que es el nombre de Jesús en hebreo.
Ustedes saben que los judíos no creen que Jesús fue el mesías. Pero ella le pedía a Dios en este caso que le revelara quién era el mesías y lo pedía una y otra vez, una y otra vez, hasta que en un momento ella recibió y tuvo una visión de una figura Obviamente no vio el rostro y en esa figura ella conoció a su Yeshua; y desde ese momento en adelante ella cambió toda su vida y cuando empezó a relatar eso a sus compañeros, personas que eran judías encontró algo muy interesante, que una de ellas también había tenido una experiencia y creía en Yeshua.
Entonces te traigo este ejemplo para que tú esperes lo mejor para ti cuando te propongas a conocer el propósito de tu vida. Prepárate para tener esa experiencia que Dios te va a enviar en el momento perfecto para que entonces tú comprendas realmente cual es el propósito (de tu vida) y tengas la oportunidad de cumplirlo y de enriquecer tu vida sobreabundantemente.
Y para terminar, yo diría que, tú experimentas abundancia cuando experimentas la totalidad de Dios en ti, cuando tú sabes que dondequiera que tú vas no hay nada que temer, absolutamente nada que temer porque la Presencia de Dios, la totalidad de Dios está ahí presente donde tú estés, listo para ser tu ayuda infalible, para resolver el problema que ocurra, y sin temor, confiar en esa Presencia para que entonces tú puedas seguir adelante desenvolviendo ese maravilloso plan de Dios.
Cuando tú puedas vivir una vida sin temores entonces tú estás viviendo en esa sobreabundancia de Dios.
Dios te bendice.