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Cuando la mente se alborota…


“¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién lo instruirá? Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo.”(1 Corintios 2:16)


1. El tema que estaremos tratando es la paz; algo que el hombre ha tratado de alcanzar por todos los medios externamente, más nunca ha logrado una paz permanente.


2. Nosotros, aquí, en nuestra comunidad espiritual, al final de cada servicio devocional cantamos la canción, “Haya en la tierra paz” y terminamos diciendo que ‘haya en la tierra paz y que esta comience en mí.’


3. Cantamos esta canción todos los domingos, muchas veces de forma automática, pero… ¡cuánta verdad hay en estas palabras!


4. Una de las cosas que más anhela el ser humano es la paz. Convivir en paz y compartir en paz. Hay un deseo innato en el ser humano de ayudar a aquellos que necesitan y que sufren por falta de alimento, o porque no pueden satisfacer sus necesidades básicas.


5. Por ejemplo, todos ustedes han visto como la gente responde ante una catástrofe natural como un terremoto o un huracán que deja zonas devastadas. Llega ayuda y provisiones de todas partes. Los cantantes comienzan a hacer sus conciertos para levantar fondos, y la comunidad internacional responde de igual manera.


6. Nadie quiere vivir en carencia; todos queremos vivir libres, proveyendo para nuestras propias necesidades y en paz los unos con los otros. ¿No es así?


7. Pero cuando la mente se alborota no estamos en paz. Estamos en un estado de inquietud, ansiedad, miedo, desesperación, de tensión nerviosa, de desorden y guerra.


8. Cada pensamiento tiene su propia identidad, y cada uno clama a viva voz sus propias necesidades; algunos tienen miedo, otros se sienten inseguros, otros visualizan un futuro desastroso, otros clama por paz, otros piden consuelo.


9. Y cada una de estas condiciones grita a viva voz en nuestra conciencia


causando un desorden y un vocerío mental. Esto es lo que ocurre cuando la mente se alborota.


10. Todo esto es causado por ignorancia, sí por ignorancia acerca de lo que Dios es en cada uno de nosotros.


11. Por ejemplo, hay muchas personas creen que la mente y el cerebro son la misma cosa. Y realmente son dos cosas distintas. “La mente es el punto inicial de todo pensamiento, sentimiento y acciones; es el terreno común donde se encuentra Dios y el hombre.” (LPR p. 144)


12. El cerebro es “el órgano central del sistema nervioso central que de manera general se puede decir que se encarga tanto de regular como de mantener las diversas funciones del cuerpo.” (WIKI parafraseado)


13. En mi opinión personal, los pensamientos de la mente consciente están más estrechamente enlazados con las funciones cerebrales. Pensamientos de la mente consciente tales como el amor, odio, miedo, ira, alegría y tristeza, entre otros, son transmutados y controlados por el cerebro y convertidos en emociones, que nos son otra cosa que pensamientos precipitados corporalmente.


14. “Se ha encontrado que por cada emoción negativa hay un cambio químico correspondiente en los tejidos del cuerpo que es venenoso y disminuye la vida. [Por el] contrario cada emoción positiva provoca un cambio que promueve la vida.” (LPR p. 79)


15. La mente consciente o mente carnal, es la mente de los sentidos que utiliza los 5 sentidos para obtener información que se recibe del mundo externo así como de nuestro propio organismo.


16. La mente consciente conjuntamente con el cerebro, se encarga de recibir e interpretar dicha información y de reaccionar a ella según su propio sistema de creencias.


17. Hay mente carnal y hay mente espiritual; así como “hay cuerpo animal y cuerpo espiritual.” (I Corintios 15:44)


18. Por esta razón es que yo siempre les recuerdo a los estudiantes de la Verdad que en nuestro presente estado no regenerado cada uno de nosotros tenemos dos mentes que operan independientemente.


19. Por un lado tenemos la mente carnal llevando el control de nuestras actividades y de nuestra vida en general la mayoría del tiempo. Esta mente carnal desconoce la relación entre el hombre y Dios. La obras de la


carne tales como el adulterio, impureza, la deshonestidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, envidia, borracheras, etc., son producto de la mente carnal.


20. Por otro lado tenemos la mente espiritual que es la Mente Divina, la mente de Cristo. Según Pablo, todos tenemos la mente de Cristo pero pocos están conscientes de esta gran Verdad y muchos menos de la necesidad de ponerla primero en sus vidas para alcanzar un mayor desenvolvimiento espiritual.


21. Pues escrito está: “Es necesario que él crezca, y que yo disminuya.” (Juan 3:36)


22. En la medida que realizamos esta verdad, la verdad de que el hombre es mente espiritual, mente carnal y cuerpo; entonces tenemos la llave para disfrutar de una paz que sobrepasa todo entendimiento.


23. Entonces la pregunta es: ¿qué hacer cuando la mente se alborota? Primeramente aquiétate y reconoce que Dios está en el centro de ti. Si estás en medio de una crisis, trata de buscar un lugar donde puedas estar a solas con Dios.


24. Si te encuentras rodeado de personas, puedes retírate por un momento, ir al baño o a algún lugar donde puedas estar a solas por unos minutos y centrarte en la presencia de Dios.


25. Cuando nos enfocamos conscientemente en la mente divina, la mente de Cristo en cada uno de nosotros, comenzamos a disfrutar de una paz interior que satisface plenamente nuestra alma y nos da alegría y bienestar espiritual y corporal. Surge claridad en nuestros pensamientos y nuestras emociones turbulentas se apaciguan.


26. Dicen las Escrituras: “Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración… con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones, y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”(Gálatas 4:6-7)


27. Aquí está la clave para calmar la mente cuando se alborota. Primero, busca un lugar en donde puedas aquietarte y centrarte en la Presencia de Dios en ti. (Si estás delante de una situación ansiosa y estresante donde hay varias personas, busca la manera de salir buscar un lugar adecuado donde puedas aquietarte y centrarte en la Presencia de Dios en ti.) Porque si resistes… lo que se resiste, persiste. Este es el paso inmediato que tenemos que dar cuando la mente se alborota. Y en la medida de lo posible ayúdate con una música suave y relajante pero tienes que morar


en Dios que es Fuente de armonía y paz.


28. Segundo, vas a llevar tu petición delante de Dios. No para que Dios se entere de tus problemas porque Dios conoce las necesidades de tu corazón.


29. ¡No!, es para que te hagas consciente de que cuando pones a Dios delante de ti puedes traer a Su consideración todo afán, toda angustia porque, Él placenteramente y en paz te “mostrará la senda de la vida; en [donde] hay plenitud de gozo, y delicias… para siempre.” (Salmo 16:11 parafraseado)


30. Tercero, da gracias por oración contestada antes de que veas evidencia visible, ya que esto es fe en acción.


31. Esta es la manera de encontrar paz. Te recuerdo una vez más que pierdes tu tiempo si te pones a buscar la paz en algún lugar, persona o cosa externa. Hay solo un lugar en donde encontrarás paz y está dentro de ti.


32. El Cristo que mora en el centro de nuestro ser exclamó por boca del Nazareno: [Mi] paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.” Y yo añado: ‘porque Cristo, contigo siempre está.


33. De modo que no busques paz en nada que está fuera de ti. Búscala siempre en tu interior.


34. Charles Fillmore dice que una de las cosas más difíciles para el ser humano es lograr pleno control de su mente. Y aunque sea una de las cosas más difíciles de lograr es a su vez una de las más necesarias para alcanzar armonía y paz que son el fundamento de una buena salud mental y corporal.


35. Para lograr control de nuestra mente necesitamos incorporar a nuestras actividades cotidianas momentos de quietud y silencio. Y esto requiere práctica. Hay que practicar, para desarrollar nuestra intuición como nuestra guía interior.


36. Y la mejor manera de comenzar a desarrollarla es usándola aunque nos equivoquemos al principio. No importa, porque con la práctica y el tiempo nos haremos expertos.


37. En Dios encontramos satisfacción a todas nuestras necesidades. Pero muy pocos de esos que conocen esta gran verdad se han atrevido a vivirla en sus propias vidas. Una cosa es saberla y otra es vivirla. Y nos toca a cada


uno de nosotros dar los pasos necesarios para comenzar a vivir la paz que solo se encuentra en el Centro de nuestro ser.


38. Recuerda que los momentos de adversidades en nuestras vidas son sendas oportunidades para ir a nuestro interior a ese lugar secreto y aquietar nuestros pensamientos para sentir la paz que nada en lo externo puede darnos.


39. Y si nunca lo has hecho, comienza a hacerlo; tal vez la primera vez que hagas esto no vas a sentir mucha diferencia pero a medida que hagas de esto una práctica cotidiana comenzarás a aquietar tus pensamientos y a disfrutar una paz que regenerará tu cuerpo, y te dará mayor gozo y alegría en tu vida.


40. Hay una sola manera de aquietar tus pensamientos y es estando en paz.


41. Meditemos…


42. Dios te bendice porque sabiendo estas cosas las haces.


43. ¡Amén!

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