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Libre albedrío: ¿Maldición o bendición?


“Esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos. Actuad como personas libres, pero no como los que tienen libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como [hijos] de Dios.”(1 Pedro 2:15,16)


1. El título de este mensaje es Libre Albedrio: ¿Maldición o bendición?


2. Las palabras libre albedrío se definen como: potestad de obrar por reflexión y elección. (DRAE) Ese poder de pensar por nosotros mismos y de obrar por elección siguiendo nuestra propia voluntad nos es dado por Dios.


3. Las Escrituras dicen que en el principio, Dios “plantó un huerto en Edén” (Génesis 2:8) y situó a Adán y Eva en el huerto “para que lo labraran y lo cuidaran.” (Génesis 2:15)


4. Jehová hizo “nacer de esa tierra todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del huerto y el árbol del conocimiento del bien y del mal.” (Gn. 2: 9)

5. Todo lo que había en ese huerto era el regalo de Dios al hombre, incluyendo el árbol del conocimiento del bien y del mal.


6. Dijo Dios: “De todo árbol del huerto podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día en que comas ciertamente morirás.” (Génesis 2: 16,17)


7. Sin embargo, aunque Dios le advirtió a Adán y Eva que no comieran del “árbol del conocimiento” no les restringió su libertad de actuar por elección propia; pero cayeron en tentación y su decisión de comer de este árbol les trajo consecuencias funestas a cada uno de ellos.


8. Por causa de su desobediencia a la ley de Dios cayó sobre ellos la maldición y también la tierra fue maldita. La muerte entró por la desobediencia de Adán a la Ley Divina.


9. Esta historia más que un relato histórico es una alegoría porque es una representación simbólica de la Verdad. La Verdad acerca del hombre está representada en los símbolos que se presentan en este relato. Entre estos símbolos encontramos el “árbol del conocimiento del bien y del mal.”


10. Pero ¿qué significado tiene esto para nosotros? Sencillamente que desde el principio se nos dio acceso al conocimiento de todas las cosas. La costumbre hebrea en aquel tiempo era hablar de una totalidad incluyendo sus opuestos. La frase “conocimiento del bien y del mal” incluye el conocimiento de todas las cosas buenas y malas; un conocimiento total de todas las cosas. “No solo un conocimiento intelectual sino que incluye la libre elección de ideas, discernimiento y dominio sobre estas. El dominio está simbolizado por la capacidad de labrar y cuidar, o descuidar el huerto, por así decirlo.


11. “Por lo tanto conocer el bien y el mal equivale a decidir por cuenta propia y con absoluta independencia” cómo vamos a actuar en nuestras vidas. Con este regalo, Dios nos dio la libertad de elegir, y esa libre elección no es otra cosa que el libre albedrío.


12. Pero podrías preguntar: ¿Si Dios es el Bien Absoluto, por qué no evitó que el hombre cayera en el error de comer del “árbol del conocimiento”? ¿Por qué no eliminó ese árbol del huerto?

13. Mi opinión es que si Dios hubiese eliminado este árbol del huerto hubiese limitado la libertad que Dios mismo le dio al hombre; libertad de tener acceso a todas las cosas y de decidir por sí mismo lo que él desea para sí mismo. Esto es el libre albedrío.


14. Si yo te doy un huerto con todo tipo de plantas, comestibles y no comestibles, y te traigo solo las comestibles estoy limitando tu libertad de acceso a todo lo que hay en el huerto; estoy limitando tu libre albedrío.


15. Dios trató al hombre como su hijo adulto. A tus hijos adultos tú los aconsejas pero tú no decides por ellos. Eso mismo hizo Dios con nosotros; todos somos Sus hijos, pero somos Sus hijos adultos.


16. Dios nos da todo lo que le pedimos. El rey Salomón pidió sabiduría y Dios le dio toda la sabiduría a tal punto que no hubo ni antes ni después persona tan sabia como Salomón. Pero Salomón falló aunque fue advertido, cayendo en la idolatría.


17. Hay un deseo innato en cada ser humano de ser libre y vivir de acuerdo con sus propias convicciones. Y aunque Dios nos ha dado plena libertad, todavía el hombre no ha aprendido a usarla sabiamente.


18. Todo lo que pide Dios de cada uno de nosotros es que guardemos Sus mandamientos y decretos; que nos decidamos a ser obedientes a Él y hagamos Su voluntad.


19. Este es un mensaje muy sencillo y claro pero muy difícil de cumplir y seguir porque hemos interpuesto nuestra voluntad personal sobre la voluntad de Dios para nosotros en casi todas nuestras las actividades de nuestro diario vivir.


20. En este sentido el libre albedrío es maldición para nosotros. Mira como Adán y Eva fueron malditos por causa de su propia elección. Y la maldición cae sobre ti y sobre mí cada vez que somos obstinados, tercos, intransigentes, egoístas viendo solamente un lado de las cosas, buscando sólo nuestro propio bienestar personal y no el de todas las personas concernidas.


21. La desobediencia a Dios trae consigo muerte. Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo que el que guarda mi palabra nunca verá muerte.” (Juan 8:51) Cuando Él le dijo esto los judíos no le creyeron. Hoy, tú y yo tampoco le creemos porque ¿quién no desearía tener vida eterna? O, ¿es que todos deseamos morir?


22. Lo que sucede es que no solo somos incrédulos sino que también no hemos logrado entender la Palabra de Dios. Sin embargo, Pablo entendió y por eso dijo: “… pues por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” (1 Corintios 15: 21,22)


23. Por su libre albedrío Adán decidió caer en la desobediencia y su maldición fue la muerte. Pero por Su libre albedrío Jesús decidió no solo obedecer los mandamientos y decretos de Dios sino convertirse en la mismísima Palabra de Dios. Su decisión fue obediencia total a la voluntad de Dios, y su bendición fue la resurrección y la vida eterna.


24. Libre albedrío: un regalo de Dios para cada uno de nosotros: ¿Maldición o bendición?


25. El libre albedrío es la “libertad inherente del hombre para actuar según él lo determine. No puede haber expresión perfecta sin libertad perfecta de la voluntad. Si el hombre [decide] actuar según la ley divina, establece armonía, salud, felicidad, y vida eterna…” (LPR p. 135)


26. De todos los personajes importantes de la Biblia el único perfecto ante los ojos de Dios fue Jesús de Nazaret. Hay un llamado en las Escrituras a que seamos perfectos, y este llamado está desde el principio.


27. Pero repito que no puede haber expresión perfecta, ni perfección de nuestra parte hasta que no decidamos por nuestra propia cuenta trabajar y dejarlo todo para seguir el camino de Cristo, camino de perefección.


28. Para el hombre insensato este camino es una pérdida de tiempo. Piensa que hay cosas mejores de las que puede disfrutar, placeres que le alegrarán más los días que viva debajo del cielo. Pero como dice el Predicador: “todo [esto] es vanidad.” (Eclesiastés 2:11parafraseado)


29. También el hombre insensato en su ignorancia no utiliza su libertad de una manera prudente y la pierde tontamente cuando se amarra a condiciones limitantes y termina siendo esclavo de las mismas.


30. El apóstol Pablo dijo: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo…” Y más adelante añade: “Quiero conocerlo a él (Cristo) y el poder de su resurrección, y participar de sus padecimientos hasta llegar a ser semejante a él en su muerte, si es que en alguna manera logro llegar a la resurrección de entre los muertos.” (Filipenses 3:7,8,10,11)


31. Seguir el camino de Cristo es una decisión personal que libremente tenemos que tomar. Nadie nos obliga, ni el mismo Dios nos obliga. Así como tampoco Dios obligó a Jesús a seguir Su camino de perfección. Jesús no fue un esclavo de Dios, Jesús se convirtió en el perfecto Hijo de Dios por decisión propia, libremente, sin ningún tipo de coerción. Sus padecimientos fueron Su elección, así como también su perfecta obediencia a Dios. Jesús estuvo sujeto a Dios por su propia decisión y voluntad personal.


32. Si todavía no entiendes esto piensa… ¿qué clase de Dios tendríamos cuando a ti y a mí Él nos dio libre albedrío pero a Jesús no; sino que lo esclavizó para enseñarnos el camino de la Verdad y salvarnos? ¿Tiene esto algún sentido? Para mí no lo tiene.


33. Los mismos beneficios que tuvo Jesús los tenemos tú y yo. Porque Dios no hace acepción de personas. Entonces, ¿Significa esto que Jesús fue igual que tú y yo? La contestación es sí y no. En la parte humana “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” (Hebreos 4:15) O sea, que estuvo tentado en todo al igual que tú y yo pero no cometió errores.


34. En la parte espiritual no es igual que nosotros. Jesús en su existencia anterior completo Su camino de perfección. “Antes que Abraham fuera yo soy.” Jesús alcanzó una estatura espiritual muy superior a la que tú y yo hemos alcanzado. Aun así volvió, pero volvió voluntariamente para cumplir su misión.


35. Hay un llamado para que escojamos a quién servir…


36. Cuando Josué dio su discurso de despedida le dijo al pueblo las siguientes palabras:

“Ahora pues, temed a Jehová y servidle con integridad y verdad; y quitad de en medio de vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto; y servid á Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis: pero yo y mi casa serviremos á Jehová.” (Josué 24:14,15)


37. En el libro de Apocalipsis hay un llamado para ti y para mí: “Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo.” (Apocalipsis 3:20)


38. Nuevamente te hago la pregunta: Libre albedrío: ¿Bendición o maldición? En ti está la respuesta; mira tus frutos y decide cuál ha sido tu experiencia. Y si no te gusta la vida que has tenido tienes la libertad de cambiarla y hacer de tu vida lo que desees… una maldición o una bendición. Tú decides…


39. Meditemos…


40. Bendecido eres porque sabiendo estas cosas, las haces.


41. Amén


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