Navidad en nuestro corazón
”De la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 6:45)
1. La Navidad tiene muchos símbolos. Está el árbol de navidad con todos sus adornos. En el tope está una estrella simbolizando la estrella de Belén, y en la base se pone el pesebre simbolizando el nacimiento de Jesús.
2. Los villancicos de la Navidad se escuchan por todas partes. Entonces viene la cena de navidad donde la familia se reúne para comer juntos y compartir en amor, amistad y en verdad.
3. Santa Claus aparece en escena viajando desde el Polo Norte en su trineo cargando un saco en la espalda lleno de regalos, entrando por la chimenea para dejar sus regalos, algunos dentro de una media grande y otros de mayor tamaño en la base del árbol de navidad.
4. El 25 de diciembre es un día de alegría en el hogar, los niños se despiertan temprano y van al árbol de navidad para abrir sus regalos y ver qué
les dejó Santa. Los padres observan esta dinámica con alegría para ver las expresiones de sus hijos a medida que abren los regalos. Y finalmente todos comparten en un ambiente de alegría gozo y celebración el nacimiento del niño Jesús.
5. Pero… esas son las familias que tienen los recursos económicos para regalarle a sus hijos. ¿Y las familias pobres?
6. Los niños pobres se encuentran con un cuadro muy distinto. Los niños pobres son los primeros en enterarse de que Santa no existe, de que todos esos regalos vienen de los padres pudientes, regalándole a sus hijos.
7. La mayoría no tiene un árbol de navidad, la cena de la navidad tal vez a duras penas puedan conseguir algo para comer y tal vez compartir.
8. Y lo más probable es que mientras cenan habrá algún miembro de la familia enfermo en cama. Santa no es otra cosa que un muñequito más de la televisión, una fantasía. Y el 25 de diciembre no habrán regalos será un día más, tal vez más tranquilo, un día de ocio con la mismas limitaciones de todos los días.
9. Muchos intelectuales piensan que se ha perdido el espíritu de la navidad por el aumento en la criminalidad, feminicidios, la corrupción y como
decía el otro día un escritor en uno de los periódicos del país, porque “Satanás está de fiesta.”
10. Allá afuera están los eventos, los escenarios de la vida, pero dentro de ti está tu corazón y “de la abundancia del corazón habla la boca.”
11. Sabemos que la vida es consciencia y no necesariamente vemos las cosas y los eventos correctamente vemos lo que creemos, la concepción que tenemos en nuestra consciencia de los eventos en lo externo.
12. Y lamentablemente o afortunadamente, para bien o para mal, nuestra consciencia determina el tipo de vida que vamos a vivir.
13. Pero en el corazón de cada ser humano existe el deseo innato de acercarse más a Dios. Muchos no saben esto pero esta es la Verdad. Todos buscamos unificarnos con Aquello que nos engendró desde el principio. Porque en espíritu y en verdad esa unificación es lo único que nos puede dar satisfacción verdadera y duradera.
14. En espíritu y en verdad somos una emanación del Ser Supremo, una emanación de Dios y el Cristo de Dios nos dio forma por medio de Su Palabra.
15. La mente es un magneto y su actividad
principal es pensar y por medio de sus pensamientos y de la ley de acción mental busca asociarse con todo aquello en lo que piensa.
16. En todos los países del mundo vemos sectores donde viven los ricos y sectores donde viven los pobres. ¿Es esto casualidad? No lo creo. Esto es producto del estado de consciencia.
17. Jesús describió esto de la siguiente manera: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 6:45) Y yo pregunto: ¿qué es lo que abunda en tu interior?
18. Observa que en ambos casos Jesús hace referencia al hecho de que hay “un tesoro en el corazón” del hombre. ¿Y qué es un tesoro? Un conjunto de valores escondidos dentro de una caja. Tu tesoro es tu consciencia.
19. Pero ¿cuáles son tus valores? Tus valores son todas aquellas cosas que tú aprecias y que son importantes para ti. Son todos los pensamientos que están a flor de labios en ti en cada momento de tu vida.
20. El criminal piensa en el crimen, el pobre en su pobreza y el rico en su riqueza. Y cada cual del tesoro de su corazón saca lo que él valora.
21. Por esto puedo decir con seguridad que nuestro tesoro es nuestra consciencia de donde sacamos las experiencias que vivimos y el tipo de vida que experimentamos.
22. Podrías argumentar: “Bueno pero hay cosas que ocurren en la vida de las cuales yo no tengo ningún control.” Y tienes razón pero puedes invocar un poder mayor con absoluta fe para que establezca Su perfecto Orden Divino en tu vida y tus asuntos. ¿No es así? Y “conforme a vuestra fe os será hecho”. (Mateo 9:29 parafraseado)
23. Debes entender aunque no lo creas, que Dios siempre está y estará de tu lado, buscando el mayor bien para ti. De ti está creer esto o no creerlo, pero independientemente de lo que creas esta es la Verdad.
24. Entonces la navidad será lo que tú decidas que sea. Y aunque las apariencias te presenten un escenario distinto al que tu corazón anhela tarde o temprano sabrás que “detrás de toda apariencia de enfermedad hay una divina perfección, que detrás de todo tipo de escasez hay una toda Suficiencia en todas las cosas y que detrás de cada momento de tristeza hay gozo del Señor.” (Butterworth)
25. La navidad nace del tesoro de nuestro corazón
y será lo que deseemos que sea. Será buena si del buen tesoro de tu corazón sale lo bueno, o de lo contrario podrás decir con el escritor del periódico que la navidad es un periodo donde “satanás está de fiesta.”
26. Pero de ti depende. Te exhorto a que busques la bondad y el bien de Dios dentro de ti. Te invito a que descubras el gozo del Señor que hay dentro de ti. Convierte este período en una oportunidad para dar más. Ocúpate y comienza a dar de todo aquello que necesites recibir; da siguiendo el consejo sabio del Cristo de tu ser. Pero da con fe en la expectativa de que cuando das, recibes, en buena medida, apretada y rebosantemente.
27. No temas, haz de la Navidad una experiencia positiva de vida abundante desbordando las riquezas espirituales del gran tesoro de tu corazón.
28. Y ¿cuáles son esas riquezas espirituales que están dentro del tesoro de su corazón? El fundamento de las riquezas espirituales radica en poner nuestra esperanza y fe “…en el Dios vivo que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.” (1 Timoteo 6:17)
29. Dice Pablo: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19)
30. Esto significa que de Dios son todas las riquezas y es directamente a Él a quien debemos acudir en busca de provisión.
31. Saca del buen tesoro de tu corazón la generosidad y repártela como el agricultor que riega la semilla para después recoger la cosecha a su tiempo. Ciertamente la Navidad es un periodo para dar de las riquezas de tu corazón.
32. Del buen tesoro de tu corazón saca integridad y buena voluntad para todo aquel con quien haces contacto. Cuando hay integridad no hay falsedad ni incongruencia en lo que dices y en lo que haces. La gente confiará más en ti y estarán más dispuestos a cooperar con tus planes y proyectos. A las personas les gusta más trabajar con personas confiables porque saben qué esperar de ellas.
33. Cuando hay buena voluntad todas las cosas trabajan para bien. Un espíritu de hermandad se desarrolla y se logran grandes cosas. No hay necesidad de sacar ventaja ni de aprovecharse de nadie. En vez de estar viviendo dentro de un espíritu de competitividad, es mejor vivir dentro de un espíritu de creatividad y cooperación.
34. Del buen tesoro de tu corazón sale el gozo y el entusiasmo por la vida. Procura que durante este período, tu entusiasmo sea contagioso y que todo
aquel que haga contacto contigo lo sienta.
35. Este es un tiempo para la paz. Afirmamos todos los domingos que “haya en la tierra paz y que esta comience en mí.” Suelta las discusiones frívolas, los litigios insensatos y la intransigencia y ponte de acuerdo rápido con tu adversario. Recuerda es más importante ganar un amigo que una discusión.
36. Entonces pon en práctica estas ideas y verás como esta Navidad se transformará en una experiencia que jamás olvidarás.
37. Meditemos…
38. Dios te bendice si sabiendo estas cosas las haces.
39. Amén.