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Del desierto a la Tierra Prometida


“Sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos. Les dio las tierras de las naciones y las labores de los pueblos heredaron, para que guardaran sus estatutos y cumplieran sus leyes…. porque se acordó de su santa palabra dada a Abraham su siervo.” (Salmo 43-45, 44)


1. El Antiguo Testamento en el libro de Éxodo relata cómo Jehová liberó al pueblo hebreo de su cautiverio en Egipto. Es una historia fascinante conocida casi universalmente.


2. Luego de su salida de Egipto, se relata la trayectoria y los eventos que sucedieron durante los siguientes 40 años mientras estuvieron en el desierto hasta que finalmente entraron en la tierra de Canaán, la tierra que Jehová-Dios les había prometido.


3. Pero más que entrar en los detalles históricos de este evento, yo quiero presentarles un nuevo significado de lo que simboliza este peregrinaje del pueblo hebreo en nuestra vida cotidiana.


4. Se dice que cuando los israelitas salen de Egipto camino al desierto, el pueblo estaba integrado no solamente por los descendientes directos de Jacob sino que a ellos se le había agregado “una gran multitud de toda clase de gentes.” (Éxodo 12:38, nota m)


5. Y esta “gran multitud de toda clase de gentes” representan esa multitud de pensamientos indisciplinados y no cultivados que moran en nuestra consciencia. Están en esa etapa de nuestras vidas donde estamos viviendo la vida loca buscando todo tipo de satisfacción en los placeres de los sentidos.


6. Pero es en el desierto en donde ese pueblo comienza a tener una experiencia directa con Jehová y comienza a conocerlo.


7. El desierto representa ese lugar en nuestra consciencia individual en donde tenemos la oportunidad de conocer verdaderamente la naturaleza de Dios y Su relación con nuestra vida y nuestro desarrollo espiritual.


8. En uno de los servicios especiales que se dieron en el local de nuestro Centro el pasado mes de diciembre, una persona que estuvo en un desierto relató su experiencia: —dijo que es impresionante el silencio que se experimenta allí y por las noches el espectáculo sideral, la multitud de


estrellas en el firmamento, y su brillantez, es imponente. Dijo que fue una experiencia espiritual única y muy profunda. Sintió su conexión con todo el universo.


9. Personalmente nunca he estado en el desierto y tal vez muy pocas personas o ninguno de los que estamos aquí presentes haya permanecido en un desierto en una caseta de campaña una noche.


10. Pero pude entender y visualizar lo que esta experiencia significó en la vida de esta persona. Pienso que si yo hubiese estado allí hubiese tenido una experiencia similar.


11. Pues si en una noche esta persona tuvo esa experiencia espiritual, imagínense el efecto que pudo haber producido una experiencia como esta diariamente durante 40 años.


12. El número 40 tiene un significado muy particular. Significa el período de tiempo que transcurre para construir un firme fundamento espiritual en nuestra consciencia.


13. Esta experiencia que vivió el pueblo hebreo simboliza el proceso de levantamiento de nuestra consciencia; es decir el proceso de disciplinar nuestros pensamientos errantes, ignorantes e idólatras a pensamientos espirituales de orden superior.


14. Pienso que cuando nos apartamos en meditación y silencio podemos entrar en un estado de contemplación. La persona de la que hablé, estuvo en un estado de contemplación observando todo el escenario que tenía enfrente, teniendo una experiencia espiritual inefable.


15. A medida que nos adentramos en nuestro desierto interior los pensamientos aleatorios e hiperactivos se van aquietando y disciplinando bajo la norma de Jehová; y Su ley, que está escrita en nuestros corazones, viene de forma natural a nuestra consciencia. Se nos recuerda cómo debemos actuar y vivir conforme a la norma de Dios.


16. Esto, queridos amigos, yo le llamo el establecimiento del orden divino en nuestras vidas. Y a medida que el orden se convierte en parte esencial de nuestra vida cotidiana soltamos lo menor por lo mayor, para así establecer las prioridades correctas que nos ayudarán a elevarnos en esa consciencia de unidad con Dios.


17. Esto es, aprendemos a discernir lo que es verdaderamente importante en nuestras vidas, de lo que no lo es, aunque parezca serlo. Dejamos de idolatrar cosas, objetos, estatuas, conceptos, lugares, negocios, animales y personalidades para solo adorar al único Dios, y consagrarnos a Su servicio.


18. Y este proceso de levantamiento en consciencia toma su tiempo, es un proceso de vida. Al pueblo hebreo esto le tomó 40 años. Tuvo que pasar una generación o tal vez más de una, en lo que ellos como pueblo pudieron levantarse a un nivel más alto en consciencia de unidad con Dios A para ti y para mí esto puede representar fácilmente una vida.


19. Esa caminata por el desierto representa el peregrinaje que todo ser humano realiza en su experiencia de vida. Hay momentos en nuestras vidas donde parece que estamos en un desierto deambulando de un lugar a otro sin llegar a un destino específico.


20. Bueno, queridos amigos, esos son los años en donde debemos fortalecernos espiritualmente para seguir adelante con fe porque ahí mismo donde estamos la Presencia de Dios está, como una nube protegiéndonos y ayudándonos a encontrar nuestro sendero espiritual.


21. Dice la Escritura que: “Jehová iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día y de noche.” (Éxodo 13: 21)


22. Cada uno de nosotros hemos acumulado una serie de experiencias vividas. Y nuestra comprensión de la Verdad está evolucionado día y noche en cada uno de nosotros. A medida que logramos mayor comprensión de la Verdad nuestra vida, nuestra alma y nuestro cuerpo van cambiando. En esta dimensión de vida todo cambia.


23. Así mismo ocurrió con el pueblo hebreo mientras caminó por el desierto. Atrás en el desierto ellos dejaron esa consciencia de esclavos para convertirse en un pueblo libre y después en una poderosa nación.


24. A la luz de la comprensión espiritual ese viaje hacia la Tierra Prometida en nosotros comienza cuando deseamos tener contestaciones a nuestras interrogantes o inquietudes espirituales. Entonces buscamos mayor comprensión de la Verdad para así salir de nuestra ignorancia y de nuestras inclinaciones de naturaleza animal.


25. En este proceso tenemos que enfrentar adversarios. Esos adversarios son nuestros pensamientos y deseos de naturaleza animal, inferior que han estado ocupando su lugar en nuestra consciencia y nos tientan a permanecer en el mundo de las sensaciones. A éstos, tenemos que enfrentarlos con la ayuda de Jehová porque escrito está: “No puedo hacer yo nada por mí mismo… sino que el Padre, que vive en mí, él hace las obras.” (Juan 5:30, 14:10)


26. Y esto se ilustra claramente cuando reconocemos que tenemos ciertos


hábitos o inclinaciones negativas que queremos eliminar y que después de haber intentado en múltiples ocasiones nos hemos dado cuenta de que solos no podemos lograrlo, que necesitamos la ayuda de Dios para vencerlos.


27. Durante este peregrinaje Jehová les ordenó la construcción del Tabernáculo de Reunión “que era el lugar donde el Señor se manifestaba a su pueblo y donde Moisés podía consultarlo. (Éxodo 27:21 Nota D) El tabernáculo representa el cuerpo temporal del hombre. Pues escrito está: “Y vosotros sois el templo del Dios viviente.” (2 Corintios 6:16)


28. “En el desierto de los sentidos, el hombre adora a Dios en una tienda, o en un estado mental temporal, transitorio, el cual produce un cuerpo perecedero (poco durable, que se acaba o muere). Sin embargo en ese cuerpo perecedero está todo el material [que se necesita] para el gran templo que se va a construir.” (LPR p. 218)


29. El cuerpo es el templo del Dios que vive “en todo hombre y a su vez es la promesa de un cuerpo imperecedero. El tabernáculo representa el cuerpo temporal del hombre, al igual que el Templo construido por Salomón en Jerusalén representa el cuerpo permanente.” (LPR p. 218)


30. También se hizo un arca que se llamó el Arca del testimonio. Se dice que “este cofre o arca, [es] símbolo de la presencia de Dios en medio de su pueblo, [y] recibe el nombre de Arca del testimonio porque contenía las tablas de la ley. (Éxodo 25:10-22 Nota E)


31. Espiritualmente hablando el arca simboliza ese “lugar sagrado;… el centro crístico interior donde el hombre es uno con Dios.” (LPR p. 17)


32. El pueblo hebreo estuvo cuarenta años. Y durante toda esa trayectoria Dios los guio y los sustentó con el maná. El maná representa esas ideas espirituales que nos sustentan y nos fortalecen en tiempos de debilidad, carencia y enfermedad. Es la voz de la intuición guiándonos con su sabiduría infinita a una vida mejor. Pues —escrito está: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4:4)


33. Nuevamente, el número 40 representa un tiempo de preparación espiritual necesario para establecer un firme fundamento espiritual en nuestra consciencia. Este tiempo en el desierto fue necesario para lograr un cambio en la consciencia colectiva del pueblo a una consciencia centrada en la presencia de Dios en la vida individual de cada uno de ellos.


34. Escrito está que Jehová le permitió a Moisés ver la Tierra Prometida pero


no le permitió pasar y ocuparla.


35. La Tierra Prometida espiritualmente representa “la base subyacente del nuevo cuerpo en Cristo.” (LPR p. 222) Es la base en donde se desenvuelve ese cuerpo inmortal que es la herencia divina de todo aquel que pasa por los procesos de cambio que pasó el pueblo hebreo mientras estuvo en el desierto.


36. Este viaje a la Tierra Prometida simboliza [el peregrinaje que todos debemos dar a nuestro interior] y ocurre “cuando surge en el hombre el gran deseo de ser libre de la esclavitud de la ignorancia y de las inclinaciones animales.” (LPR p. 222)


37. Muchos como Moisés no logran entrar en la Tierra Prometida. Pero de alguna manera que solo Dios conoce en Su infinita bondad y misericordia nos dará una nueva oportunidad en el amanecer de otra experiencia de vida.


38. Déjame decirte algo antes de terminar este mensaje; la vida no es lo que parece ser es mucho más profunda de lo que puedes percibir. Pero la única manera de profundizar es saliendo de tu Egipto y entrando en el silencio de tu desierto interior en donde podrás limpiar y purificar tu consciencia para entrar en la Tierra Prometida que Dios ha dispuesto para ti.


39. La promesa de la Tierra Prometida sigue vigente en el día de hoy para cada uno de nosotros. Pero nos toca dar el primer paso y comenzar a caminar en dirección a esa Tierra Prometida…


40. Y Dios te sacará con júbilo y te dará la tierra que nos prometió desde el principio para que la vivas y la disfrutes guardando siempre Sus estatutos y cumpliendo Sus leyes.


41. Y a ti te digo las palabras que Jehová le dijo a Josué: “Esfuérzate y se valiente” Y podrás estar seguro que Dios irá delante de ti guiándote a tu Tierra Prometida.


42. Meditemos…


43. Dios te bendice porque sabiendo estas cosas las haces. Amén.




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